SEGUNDO NIVEL, ENCUENTRO 10, Sexto Mandamiento
El sexto mandamiento nos habla de la fortaleza, la fortaleza que hay que tener para vivir en pureza. Dios nos hizo perfectos, tanto por dentro como por fuera, debemos estar agradecidos por nuestro cuerpo tal y como lo hizo y no fijarnos en los cuerpos de las demás personas como si fueran mercancías, sino ver a nuestro prójimo como un todo, una persona con alma, personalidad y cuerpo. Y Valorarlo porque todos somos hijos de Dios, es decir hermanos nuestros. Ver a una persona solo por su sexualidad es faltar al sexto mandamiento, o sentir que nosotros solo valemos por nuestra apariencia física también. Por eso es tan valioso el amor que se tienen los esposos, pues aceptan a esa persona en su totalidad y la respetan y fruto de ese amor tan grande, bendecido por Dios, es que vienen los hijos.