SEGUNDO NIVEL, ENCUENTRO 13, Noveno y Décimo Mandamiento




Noveno mandamiento
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.  Debemos cuidar lo que consentimos, es decir lo que damos permiso a que se quede rondando en nuestra mente.  Está bien o mejor dicho es normal que a veces tengamos pensamientos cómo tentaciones, por ejemplo: Viste sin querer un anuncio o un extracto de una película que no es de tu edad... pues eso no es tu culpa y ahí no has hecho nada malo, pero... Si deseamos seguir pensando más en ella, si ves la manera de completar la pelicula, o si vas a averiguar por otro lado de qué se trata, sabiendo que el contenido no es bueno para to, entonces ahí si estàs consintiendo un pensamiento  malo. Este mandamiento se refiere en la parte espiritual como en la sexualidad. 
 
Si tu mente conscientes pensamientos que no construyen tu cuerpo o tu espíritu, por ejemplo:  Leer libros sin malas palabras, sin dibujos que muestren violencia, o las partes intimas del cuerpo... estás llenando tu mente de malos pensamientos, pero con libros sobre aprender a ser mejor persona, con contenido sano, con imágenes de amistad y no de violencia, estás llenando tu ser de luz y cosas buenas.
Jugar con videojuegos de contenido sangriento por ejemplo, es cometer actos impuros y seguir pensando en ellos, es tener pensamientos impuros.

Pensar en una persona solo por cómo se ve, y no tomar en cuenta su espíritu y tratar de utilizarla o engañarla, es también consentir un pensamiento impuro. 

Veamos más ejemplos:

Por ejemplo en el colegio le dijeron a un chiquito que está un poco gordito,  que su cuerpo era feo y que debería ser más alto. Esa persona está faltando al 5to mandamiento.  Imaginemos que el que fue herido, llega a su casa muy triste por ese comentario y decidió no contarlo a nadie.  Con el tiempo, decide no salir más de su casa y no deja de pensar cómo se vería si fuera más delgado o más lindo, se obsesiona mucho con el tema y en lo único que piensa ahora es en su figura, al punto de no comer, no estudiar...mirar horas y horas programas de television al respecto o leer revistas de moda. Su mente gira en una sola cosa: Cómo se vería su cuerpo perfecto (Sin darse cuenta que ya somos perfectos).  Este chiquito dejó de rezar, es decir se olvidó de Dios.  También lo hizo no ser amable, no solo con la persona que lo hirió sino con los demás también, quizas tenía miedo que los otros también le hirieran.  Entonces se enfermó mucho y también de su espíritu ya no era feliz.  

Te pregunto: 
¿Qué hubiera pasado si no le hubiera dado importancia a esos pensamientos y si hubiera pedido un consejo o ayuda a sus padres?




Décimo mandamiento
No codiciaras los bienes ajenos, este mandamiento nos habla sobre la envidia que sientes las personas que no creen capaces de lograr algo por sí mismas.

A veces nos sentimos celosos por no tener cosas materiales que tienen los demás, pero sentir un poco de celos está bien, lo que está mal es tener envidia, es decir sentirnos enojados porque el otro tiene lo que tu quieres, o aún peor desearle al otro que le pase algo malo por tener algo que tú no tienes.

Recuerda que todos podemos llegar a comprar lo que necesitamos si trabajamos mucho o si nos portamos muy bien para que nos lo regalen algún día... y si no es así, debemos pensar que ninguna cosa material suele ser más importantes que las cosas que no se pueden comprar.   Por ejemplo, que no se puede comprar:
El aire que respiramos
El sol que nos calienta
El amor de nuestra madre
Una amistad....la salud... 
y todo eso es gratis, lo podemos recibir y dar.
Así que no dejes que esos sentimientos entren a tu corazón porque sino impedirás ver la felicidad que te rodea.






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